El seitán se basa en lavar una masa de harina y agua para separar el almidón y quedarnos sólo con el gluten. Este proceso es más fácil de lo que parece y, además, muy barato. Así que os explicamos como hacer seitán en casa.
Cómo hacer la masa de seitán casero a partir de harina
Para este primer paso necesitamos
- 1 kilo de harina. Os recomendamos que sea de fuerza, ya que contiene más gluten.
- Sal
- Agua
En un bol mezclamos la harina con la sal. Luego vamos añadiendo agua poco a poco, a la vez que vamos mezclando hasta obtener una masa compacta, que no se pegue a los dedos.

Como si hicieramos pan, sacamos la masa del bol y amasamos hasta que quede fina y elástica. Formamos una bola y la metemos en un recipiente limpio. Ahora la cubrimos con agua y la dejamos en remojo durante unos tres cuartos de hora.
Pasados los mismos, tenemos que lavar la masa para retirar el almidón. Así que la ponemos en un colador, retiramos el agua del remojo, introducimos la masa de nuevo en el recipiente y la volvemos a cubrir con agua limpia. Durante este proceso, el agua irá adquiriendo un color blanquecino porque la harina va perdiendo el almidón. Cuando el agua esté blanca, la retiramos y volvemos a cubrir la masa de agua limpia.
Repetiremos esta operación hasta que el agua quede completamente transparente, signo de que no queda almidón en la masa. A medida que la vayas lavando, verás que la masa se irá poniendo más fibrosa, por lo que habrá que tratarla con mayor cuidado. Al final, la bola resultante es más pequeña que la bola inicial, ligeramente más oscura y porosa.
Si queremos ahorrarnos este proceso de lavado, hoy día también se puede comprar gluten en polvo en cualquier tienda de dietética. Con ella se elabora la masa con sal y agua sin tener que pasar por el lavado y luego se puede pasar directamente a la siguiente fase de la elaboración del seitán: la cocción.
Cómo cocer la masa de seitán
Para la cocción del seitán, ya sea cuando la masa de harina queda libre de almidón o sea con masa preparada directamente con gluten, se necesita:
- Agua
- 2 tiras de alga kombu
- 1 vaso de salsa de soja
- Raíz de jengibre: una cucharada de jengibre rallado bastará.

En una olla, ponemos al fuego el agua con la salsa de soja, las tiras de kombu y el jengibre. No salamos porque la masa ya lleva sal y la salsa de soja también. Cuando arranque el hervor, introducimos con cuidado la masa de seitán, que debe quedar cubierta de agua. Para asegurarnos, se puede cocer dividiendo la masa en dos bolas.
Bajamos el fuego a temperatura media-baja y dejamos cocer unos tres cuartos de hora. El tamaño de la masa vuelve a aumentar al hervirla, volviéndose más oscura, brillante y compacta. Después apagamos el fuego y, tapado, dejamos enfriar el seitán sin sustraer el caldo.
Una vez frío, ya lo podemos sacar y cortar en rodajas o trocear para proceder a cocinarlo como deseemos. Eso sí, no tires el caldo de la cocción: si te sobra seitán, lo puedes guardar en un recipiente hermético con el mismo caldo para que no se reseque y meterlos en la nevera. Así te aguantará unos cuatro días. Si no lo vas a cocinar antes de este tiempo, mejor congelarlo.