Receta de ensalada de pasta llena de energía, pero también de texturas, gracias a la combinación de la pasta con las hortalizas y sus grados de crujiente, que a la vez aportan diversidad de colores correspondientes a diversidad de las propiedades nutritivas de las vitaminas y minerales que aportan.
Ingredientes para 4 personas
- 300g de penne rigate
- 2 zanahorias grandes
- 2 calabacines pequeños
- 1 cuarto de col lombarda
- Jugo de limón
- Orégano
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer ensalada de pasta con crudités de calabacín y zanahorias
Esta receta de ensalada de pasta es tan vistosa como apetitosa, y nosotros hemos elegido penne rigate, como macarrones pero no lisos, para que luego el aliño se impregne mejor, pero puedes optar por otro forma de pasta corta, que en el caso de ser lisa, te recomendamos que sea rizada como pueden ser unos trottole, por ejemplo.
En todo caso, lo primero que hay que hacer para elaborar esta ensalada es cocer la pasta. Para ello ponemos en una olla abundante agua al fuego y, cuando empiece a hervir, añadimos la sal ya que así conservará mejor las cualidades de la pasta. Luego añadimos la pasta y, como es corta, removemos para evitar que se pegue (ver aquí trucos y consejos para cocer pasta al dente). Una vez cocida, colamos y dejamos atemperar, si quieres con un poco de aceite de oliva ya que, si de normal no es recomendable, como la vamos a emplear para una ensalada de pasta en que el aceite de oliva es el aliño, ya incorporamos el sabor.

Mientras vamos hirviendo la pasta y dejando que se atempere, pasamos a preparar las hortalizas. Primero las lavamos bien (ver aquí cómo lavar cada tipo de hortaliza). No pelamos, pero no por vagancia, sino para aprovechar mejor todos los nutrientes de las hortalizas (ver aquí). Y luego, el truco esencial, es el corte. Para conseguir el resultado de la fotografía la clave es la mandolina. Lo que hemos hecho simplemente es trocear en lonchas tanto calabacín como zanahorias, a lo largo con la mandolina para que el corte sea muy fino y regular. Eso sí, una vez loncheados, ponemos a marinar el calabacín y la zanahoria con el orégano, un chorro de jugo de limón y un poco de aceite de oliva. Y luego lo dejamos reposar una media hora como mínimo para que asienten sabores.
La col lombarda la hemos rallado y, a partir de aquí, con la pasta atemperada, sólo queda mezclar todos los ingredientes y ajustar el aliño a partir de aceite de oliva que os recomendamos, para saborear así todas las hortalizas en su esplendor. Pero si quieres mayor complejidad, siempre puedes acudir a alguna vinagreta, como la receta de vinagreta de hortalizas que puedes encontrar si clicas aquí.