Receta fácil de focaccia, pan plano italiano con su correspondiente aporte de hidratos de carbonos sobre el que vamos a poner una energética cobertura de aceitunas que le va a dar un toque muy mediterráneo, acompañada del sabor, las vitaminas y los minerales de tomates y pimientos verdes.
Ingredientes
- 250g de harina de fuerza
- 1 sobre de levadura liofilizada
- 125ml de agua
- 20 aceitunas negras deshuesadas
- 200g de tomates cherry
- 1 pimiento verde grande
- 1 cucharada de orégano
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer focaccia de aceitunas, tomate y pimientos
La focaccia es como un pan plano o una coca que tradicionalmente se hace con levadura fresca. Para una receta como esta, necesitaríamos unos 25g. Pero nosotros os proponemos una receta de focaccia con levadura liofilizada, que es la levadura seca sometida a un proceso de desecado, lo cual nos facilita la elaboración de la masa de focaccia. A su vez, usamos harina de fuerza porque, al contener más gluten, permitirá que la focaccia nos quede más esponjosa. Así que vamos a ponernos manos a la masa.

Empezamos tamizando la harina sobre un bol. Luego añadimos el resto de ingredientes secos: el orégano, la levadura y la sal. Mezclamos y agregamos dos cucharadas de aceite de oliva. A partir de aquí vamos añadiendo el agua poco a poco, progresivamente, mientras mezclamos, para que así se vaya mezclando con la harina y cueste menos que se integren los ingredientes. Una vez añadida el agua, en el mismo bol, amasamos. El objetivo es una masa elástica y algo pegajosa. Al ser pegajosa, para facilitarte la tarea de amasar, puedes ir poniéndote un poco de aceite en las manos, verás que te ayudará. Una vez amasada, la dejamos reposar tapada con un trapo húmedo para que no se reseque. El tiempo de reposo puede ser variable según la temperatura ambiente (cuanto más frío haga, más tiempo necesitará), pero normalmente, con una hora debería ser suficiente para que la masa crezca.
Mientras tanto, vamos preparando el topping, o los ingredientes que añadiremos a la parte superior de nuestra focaccia. Para ello, lavamos los tomates cherry y el pimiento. Eliminamos las semillas de este último y lo cortamos en tiras. Y luego, salteamos en una sartén con aceite, por separado, tanto pimientos como tomates. Pero lo hacemos por separado, pues necesitarán diferentes tiempos. El objetivo es dejarlos al dente. Quizás te preguntes por qué precocinamos estos ingredientes, y no los horneamos directamente con la masa de focaccia. Pues lo hacemos así porque, si fueran directamente al horno con la misma, soltarían agua al asarse y ese agua acabaría sobre nuestra focaccia, con lo que esta nos nos quedaría tostadita por arriba Así que, cuando estén listas las hortalizas, las dejamos reservamos y pasamos a trocear las aceitunas en rodajas.

Pasado el tiempo de reposo de las masa de focaccia, la receta continua con el horneado. Por lo tanto, ponemos a precalentar el horno a 200ºC un mínimo de diez minutos. Mientras, colocamos papel sulfurizado sobre la bandeja de horno y volcamos la masa. Y luego la extendemos con las manos (para facilitarte la tarea, aquí sigue valiendo el truco de untarse aceite de oliva en las manos). Piensa que, para una focaccia de esta medida, si queremos que coja grosor, deberíamos extenderla de forma que ocupe como la mitad de una bandeja de horno media.
Con el horno caliente, la introducimos y la horneamos, sin nada más encima, durante unos 10 minutos, así dejaremos que suba. Luego la sacamos. Rápidamente disponemos encima los tomates, el pimiento y las aceitunas, y la devolvemos al horno para que cueza durante 10 minutos más. Luego la sacamos y, ya puedes disfrutar de ella, caliente o atemperada.