Receta vegana muy completa de crema de guisantes, que al ser secos, se consideran legumbre, con la riqueza que estas implican en cuanto a proteínas vegetales e hidratos de carbono, estos últimos completados con patata, que a su vez nos aportará cremosidad.
Ingredientes para 4 personas
- 300g de guisantes secos
- 1 patata
- 1 cebolla
- 1 puerro
- Caldo de verduras (ver aquí receta)
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer crema de guisantes secos
Esta receta de crema de guisantes la podrías elaborar con guisantes frescos, pero teniendo en cuenta que con ello variaría su composición nutricional, ya que el guisante fresco es una hortaliza y, como tal concentra menos hidratos y proteínas que el guisante seco (ver aquí). En caso de hacerla con guisantes (frescos o congelados), necesitarías medio kilo.
En todo caso, nosotros hemos optado por guisantes secos por el valor nutritivo que aportarán a esta crema, convirtiéndola, como hemos adelantado en la introducción, en un plato muy completo. Como con la mayoría de legumbres, los guisantes secos requieren un periodo de remojo previo. Así que los cubrimos de agua y los dejamos entre 4 y 8 horas.

Hecho esto, la elaboración de la crema es rápida y fácil. Empezamos lavando cebolla y puerro. Pelamos la cebolla y cortamos ambas hortalizas en juliana. Ponemos la olla al fuego con un chorro de aceite y las pochamos con una punta de sal, a fuego suave.
Mientras, pelamos la patata y, tras lavarla, la cortamos en dados. Cuando la cebolla empiece a estar tierna, agregamos la patata a la olla, subimos el fuego y rehogamos todo junto. El objetivo de esto es hacer un fondo que de más matices de sabor a nuestra crema de guisantes. Así que con unos dos o tres minutos basta pues los ingredientes se acabarán de cocinar durnte la elaboración.
Hecho el rehogado, agregamos los guisantes y vertemos el caldo, de modo que queden cubiertos generosamente. Llevamos a ebullición y dejamos cocer durante unos 45 minutos.
Cuando los guisantes estén bien cocidos, colamos reservando el caldo. Y ya solo nos queda triturar, añadiendo el caldo necesario hasta conseguir una textura cremosa, más o menos ligera según te guste más.