Además de deliciosa, esta receta es de base proteica por el tempeh, pero a su vez, al ser este una elaboración fermentada, nos aporta sus propiedades probióticas, que se completan con las propiedades prebióticas de las verduras que lo acompañan. Así que esta receta es ideal para cuidar tu flora intestinal y, a su vez, es una receta vegetariana que podemos convertir en receta vegana sustituyendo la miel por sirope de arce.
Ingredientes para 4 personas
- 250gr de tempeh de soja
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 1 calabacín
- 1 zanahoria
- Media col lombarda
Para el marinado
- Romero seco
- El jugo de un limón
- Miel
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer tempeh marinado con romero y miel
Empezamos preparando el marinado una hora antes de empezar a cocinar. Para ello, primero cortamos el tempeh y lo ponemos en una fuente a la que añadimos el jugo de limón, el romero, la miel y un poco de aceite de oliva. Lo mezclamos bien para que quede impregnado el tempeh, y a dejar reposar una hora para que absorba sabores.

Entretanto, podemos ir preparando el resto de ingredientes para cocinar. Así que empezamos limpiando verduras: eliminamos las semillas de los pimientos, pelamos las zanahorias en caso necesario, y lavamos bien todas las hortalizas. Luego las cortamos todas en bastones, excepto la col lombarda, que cortaremos en tiras finas (es decir, chiffonade).
Ahora, vamos a restar un poco la dureza de la col lombarda y la zanahoria. ¿Cómo? En una olla con agua hirviendo con sal, las escaldamos ligeramente. Luego las colamos y las pasamos inmediatamente a una fuente con hielo. Así cortamos la cocción y fijamos el color. Ya frías, las volvemos a colar y las reservamos, pues luego las acabaremos de cocinar.
Y es que la guarnición de este tempeh es verdura salteada. Para ello, utilizaremos una sartén o un wok. Pondremos un buen chorro de aceite, si es un wok, no lo vertemos directamente sobre el fondo, sino por las paredes, para que se vaya deslizando hacia abajo. Y con el aceite caliente, ponemos las verduras y las salteamos, sin sal, ya que esta la añadiremos al final para que no pierdan tanta agua. El objetivo es que queden al dente.
Paralelamente, ponemos una plancha al fuego y, cuando esté bien caliente para evitar que se pegue, asamos el tempeh, que ya habrá aborbido los sabores del marinado.
Al final, preparamos un lecho de verduras salteadas sobre las que ponemos el tempeh. Este, por sí solo, tiene un sabor que recuerda al de las nueces, y que quedará conjugado con el romero y la miel, en una propuesta de sabor que las verduras, cocinadas con la máxima sencillez, refrescarán en boca a la vez que contrastarán. Así que, a disfrutar de esste plato tan nutritivo como sabroso.
¿Qué pasa si cambias el tempeh de soja por otro tempeh?
Para esta receta empleamos el tempeh más habitual, el de soja, pero puedes aplicar la receta a otros tempeh de legumbres como el de garbanzos. Las propiedades probióticas no varían, pero sí que puede variar la carga proteica, ya que la soja tiene más proteína que el garbanzo, y este es más graso. En todo caso, son variaciones de matiz. Sin embargo, puedes añadir hidratos de carbono si el tempeh es de soja y trigo, por ejemplo (ver aquí valor nutritivo del tempeh).