Esta es una receta vegetariana vegana con una fresca combinación agridulce de sabores entre texturas muy variadas, ya que hay hortalizas que van cocinadas y otras en crudo. Los micronutrientes, es decir, vitaminas y minerales, son la esencia nutritiva de esta receta, a la que cabe añadir la carga proteica y energética de habas y guisantes.
Ingredientes para 4 personas
- 200 g de guisantes
- 200 g de habas
- 2 endivias
- 200 g de brotes de espinacas
- 3 alcachofas
- 12 champiñones
Para la salsa de menta
- 3 ramitas de menta fresca
- 3 cucharadas de azúcar moreno
- 3 cucharadas de jugo de limón
- 1 vaso de agua
Cómo hacer salsa de menta

La salsa de menta que os proponemos está basada en una almíbar flojo, es decir, que quedará tan transparente como le deje el azúcar moreno pero, sobre todo, lo que nos interesa es la textura, bastante líquida. Además de dar un toque muy divertido e intenso a la ensalada, es fácil y rápido de preparar.
Empezamos separando las hojas de la menta y picándolas bien pequeñas. Las reservamos. Y ahora, sin fuego, mezclamos en una cazo el agua, el zumo de limón y el azúcar. Cuando el azúcar esté casi disuelta, ponemos el cazo al fogón, a fuego lento, y vamos removiendo para que el azúcar se acabe de disolver bien. Cuando veas que la mezcla empieza a espesar un poco, se apaga el fuego, se añaden las hojas de menta y se deja reposar y atemperar hasta que llegue la hora de comerse la ensalada.
Cómo hacer ensalada de guisantes y habas
Y ahora, manos a la obra con la ensalada. Lo primero, hervir las habas, que son las que más tiempo necesitan (entre 20 y 30 minutos) y, hacia el final, podemos añadir los guisantes, que si con congelados, con cinco minutos quedan estupendos, y si son frescos aún necesitan menos tiempo. Cuando queden listas, ambas hortalizas, escurrimos y que se atemperen.

Alcachofas y champiñones podríamos cortarlos muy finos, como si fueran un carpaccio, e incorporarlos en crudo. Pero para dar profundidad de sabor a la ensalada y llenarla de matices, aquí los vamos a saltear. Para ello, limpiamos los champiñones con un trapo y un cuchillo para eliminar los restos de tierra, pero nada de agua para que no pierdan textura. Luego partimos cada champiñón en cuatro. Por lo que respecta a las alcachofas, eliminamos las hojas exteriores, más duras y fibrosas, las laminamos y, como se oxidan muy rápido, las rociamos con un poco de jugo de limón. Y a la sartén, con un poco de aceite, a fuego vivo, salteamos alcachofas primero y luego podemos incorporar los champiñones, que necesitarán menos tiempo. Una vez al dente, los reservamos.
Ya solo nos queda lavar espinacas y endivias, y de estas últimas, separamos las hojas. Ahora ya podemos montar la ensaladas. Nuestra propuesta es un lecho de alcachofas y champiñones sobre el que añadimos habas y guisantes. Lo rodeamos con las hojas crudas de espinaca y endivia, y servimos con la salsa de menta aparte, para que cada comensal se aliñe la ensalada al gusto.