Receta vegana de tortilla de patatas que os proponemos aromatizar con un toque de curry. Se elabora con harina de garbanzos en lugar de huevo. Esta no sólo sirve para cuajar la tortilla, sino también para darle el aporte proteico.
Ingredientes para 4 personas
- 75g de harina de garbanzos
- 80ml de agua
- 3 patatas
- 1 cebolla
- 1 cucharadita de curry
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer tortilla de patatas vegana (sin huevo)
Lo primero de todo es preparar las patatas. Nosotros las cocinamos con cebolla, porque aportará melosidad a la tortilla. Por lo tanto, lo que hacemos es pelar tanto la cebolla como las patatas. Luego troceamos la cebolla en juliana y las patatas en rodajas y las mezclamos, de modo que queden separadas las capas de la cebolla.

Ponemos una sartén al fuego con un buen chorro de aceite y, cuando esté caliente, agregamos las patatas con cebolla. Salamos bien y removemos. Luego bajamos enseguida el fuego. La idea es que se vayan cocinando poco a poco, así empleamos menos aceite que si se fríen. Por lo tanto, tapamos y les damos tiempo, removiendo de vez en cuando. Una vez queden bien tiernas, apagamos el fuego y las dejamos atemperar.
Mientras, lo que vamos a hacer es preparar la harina de garbanzos. Esta, como otras harinas de legumbres, tiene propiedades espesantes y aglutinantes. Y es esta última propiedad la que vamos a aprovechar para dar forma a nuestra tortilla. Así que lo que vamos a hacer primero es mezclar la harina con un poco de sal y la cucharadita de curry en un bol. Luego vamos vertiendo poco a poco el agua, mientras removemos con la varilla. Añade agua y remueve hasta que veas que la textura queda parecida a la del huevo batido. Conseguido esto, añadimos las patatas con cebolla ya atemperadas al bol y mezclamos para que se impregnen bien. Y ya podemos dar forma a nuestra tortilla de patatas vegana.
Para ello, ponemos una nueva sartén al fuego con un chorro de aceite. Cuando esté bien caliente, vertemos la mezcla y bajamos el fuego. Tapamos y dejamos que cuaje. Cuando por los bordes esté bien cuajada, le damos la vuelta girando la sartén sobre la tapa o sobre un plato plano (si la tapadera no es plana) y dejándola luego resbalar de nuevo sobre la sartén. Así la acabamos de cocinar por el otro lado, y listo.