Esta receta de sopa fría de mango y leche de coco es un plato de contrastes con un toque asiático, muy hidratante gracias al agua del propio mango a la que se suma la del pepino y sus propiedades depurativas, además de ser muy refrescante y un gran cóctel veraniego de vitaminas y minerales.
Ingredientes
- 1 mango
- Medio pepino
- 100ml de leche de coco
- Medio limón
- 1 diente de ajo
- Hojas de menta fresca
- 1 trozo de coco fresco (optativo)
- Aceite de oliva
Como hacer sopa fría de mango y leche de coco

Compuesto por un 80% de agua, el mango es el eje alrededor del cual gira esta receta de sopa fría. Así que lo mejor es un mango en su punto óptimo de sabor. Indicativos de ello serán la textura, con cierta consistencia, pero un poco blando (no demasiado) y el color de la pulpa anaranjado o amarillento según la variedad.
Por lo demás, la receta de sopa fría de mango y coco no tiene demasiado misterio, excepto si no la has probado, porque el contraste de sabores te va encantar. Lo que haremos primero de todo es exprimir el medio limón para extraer su jugo, que vertemos en el vaso de la batidora. Luego pelamos el mango, el pepino y el diente de ajo. Los troceamos y los agregamos al mismo vaso, junto a la leche de coco, el aceite de oliva y las hojas de menta, que habremos lavado previamente. Y ya solo queda triturarlo todo bien hasta que quede integrado.
Luego lo pasamos a la nevera, para que quede bien fresquito a la vez que, con el reposo, se integren los sabores. Y por último, a la hora de servir, puedes disponer unas lascas de coco fresco bien finas por encima para aportar cierta textura.