Esta es una receta sencilla de setas al ajillo, en realidad, un guiso de setas muy sabroso e ideal como guarnición, ya que las setas están compuestas sobre todo por agua, y nutritivamente necesitan complementarse, pero a su vez, son una fuente natural de proteínas vegetales muy interesante por la cadena de aminoácidos que nos aporta.
Ingredientes
- 500g de setas variadas al gusto
- 3 dientes de ajo
- 1 punta de guindilla
- 30ml de vino blanco seco
- Perejil fresco
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer setas al ajillo

Esta receta de setas al ajillo es perfecta para el otoño, cuando las setas están de temporada y podemos elegir entre una gran variedad (ver aquí características de diez tipos de setas), aunque la puedes elaborar durante cualquier época del año, ya sea con setas frescas de cultivo (gírgolas, portobellos, etc.) o con setas en conserva. En todo caso, ahora vamos a partir de setas frescas para elaborar nuestra receta de setas al ajillo.
Lo primero que vamos a hacer es limpiar bien las setas. Para ello, eliminaremos cualquier resto de tierra con ayuda de un cuchillo y un trapo. Es mejor evitar el agua, pues esta afecta a su textura y sabor, y lo queremos todo en nuestro plato, ¿no?.
Una vez limpias, pelamos los dientes de ajo y los laminamos. Y también lavamos el perejil y lo reservamos todo (lava el perejil al principio para que así le dé tiempo a secarse).
A partir de aquí ya podemos pasar a poner una sartén al fuego con un chorro de aceite. Y lo primer que vamos a hacer es dorar las setas a fuego vivo. Una vez doradas, las retiramos y agregamos un poco de aceite a la sartén. Ahora llega el turno de dorar los ajos y la punta de guindilla. Luego reincorporamos las setas, removemos, salamos y vertemos el vino. Dejamos que se evapore el alcohol, con un par de minutos basta, y ya tenemos nuestra receta de setas al ajillo lista. Solo falta incorporar el perejil al final, con el fuego apagado, y a disfrutar.