El boniato, camote o batata se debe consumir siempre cocinado, y esta es una receta de puré perfecta para ello. Con este puré obtendremos una guarnición muy energética, cremosa y dulce, matizada por el jengibre
Ingredientes
- 1 Kg de boniatos
- Leche de avena
- Jengibre en polvo
- Sal
Cómo hacer puré de boniatos al jengibre

Muchos creen que el boniato es pariente de la patata, pero en verdad es de otra familia botánica. En lo que sí coinciden es en que ambos son tubérculos, es decir, tallos subterráneos que engrosan y, a partir de ellos, se desarrolla la planta. Pero al engrosar, también acumulan reservas, por lo que son esencialmente ricos en carbohidratos. De ahí que, con esta receta de puré de boniatos vayamos a obtener una guarnición cargada de energía.
La elaboración es muy sencilla. Lo que vamos a hacer es asarlos, con piel y enteros, al horno. Con ello, lo que haremos es potenciar el sabor del boniato (también podrías hervirlos, se cocinarían en menos tiempo, pero perderías sabor). Así que lo primero es poner a precalentar el horno a 200ºC un mínimo de diez minutos para que coja bien la temperatura. Mientras, lavamos los boniatos, los sazonamos un poco y los envolvemos en papel de aluminio. Cuando el horno esté caliente, los introducimos y los asamos hasta que queden bien blandos (el tiempo variará según el tamaño del boniato).
Una vez cocidos, los sacamos del horno y, en cuanto podamos, los desenvolvemos. Los pelamos y, aún en caliente, los pasamos por el pasapuré. Agregamos el jengibre en polvo y vamos añadiendo leche de avena hasta conseguir la textura de puré que más nos agrade.
Cómo “tunear” tu puré de boniatos
El puré de boniato lo puedes hacer sin jengibre ni especia alguna, pero nosotros lo usamos para romper el dulzor un poco, refrescarlo y que así corramos menos riesgo de que empalague. En el mismo sentido, puedes emplear otras especias que generen contraste, como la pimienta, por ejemplo, que en su justa medida le da un toque sin tener por que ser picante (ver aquí usos y propiedades de 12 especias). A su vez, puedes emplear la leche vegetal que más te agrade para darle un punto de suavidad, y para mayor cremosidad, incluso puedes usar alguna nata vegetal natural, como nata de almendras, por ejemplo.