Esta es una receta vegana de puré para consumir atemperado, en el que la remolacha nos dará su extraordinario sabor, además de hierro y antioxidantes, y la textura nos la suavizará el yogur de soja y su carga proteica, dando al conjunto de plato propiedades probióticas y prebióticas.
Ingredientes
- 6 remolachas
- 1 yogur de soja
- Menta fresca
- Cebollino
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer puré frío de remolacha y yogur vegano
Este es un puré cremoso, fácil de hacer, con mucha personalidad en su sabor, por lo que puede hacer de guarnición por contraste, con proteínas vegetales como el tempeh, pero también para aportar sabor a un tofu a la plancha, o sabor y cremosidad a unas patatas asadas, e incluso lo puedes usar como relleno de vegetales.

Lo que más tiempo nos va a llevar es cocer las remolachas. Para ello simplemente las lavamos bien, las pelamos y las hervimos en agua con sal durante aproximadamente unos tres cuartos de hora (ver aquí tiempos de cocción de verduras).
Mientras se van cociendo, lava las hojas de menta y el cebollino. Pícalas y mézclalas con el yogur de soja en un bol. Así este se irá marinando, de modo que se asentarán mejor los sabores.
Cuando las remolachas estén listas, escúrrelas y déjalas atemperar. Luego trocéalas. Pon una sartén al fuego con un chorro de aceite y dóralas. Así potenciamos el sabor. Luego las pasamos a un bol grande y las vamos triturando con un tenedor. Si lo hacemos en caliente nos resultara más fácil. Cuando nos quede como un puré grumoso, dejamos atemperar de nuevo. Y ya en frío, agregamos el yogur marinado, mezclamos bien hasta que el conjunto quede uniforme y corregimos de sal.