Te proponemos jugar con dos clásicos de los caldos e ir más allá con esta receta de puré a base de raíces, que juega con el contraste de sabores de nabos y chirivías, entre amargos, picantes y dulces, y está cargado de propiedades antioxidantes, vitaminas y minerales.
Ingredientes
- 500g de nabos
- 500g de chirivías
- Caldo de verduras
- Pimienta negra
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer puré de nabos y chirivías

En las gastronomías mediterráneas el uso de este tipo de hortalizas se ha ido relegando, pero en las nórdicas es muy habitual emplear raíces como guarnición, en crudo, hervidas, asadas a la plancha o al horno… Así es como las vamos a hacer nosotros para este puré. Los nabos van a contrastar muy bien con la chirivía, que es más dulce incluso que la zanahoria, y al asar estas hortalizas, lo que vamos a conseguir es potenciar sus sabores. Así que empecemos.
Ponemos a precalentar el horno a 180ºC un mínimo de diez minutos. Entre tanto, lavamos bien los nabos y las chirivías. Nosotros preferimos no pelarlas para conservar así todos los nutrientes (ver aquí), pero si prefieres, puedes pelarlas. Luego las cortamos longitudinalmente y las pintamos con aceite de oliva. No salamos para que no pierdan agua. Las colocamos sobre la bandeja del horno y, en cuanto éste esté caliente, las introducimos y las asamos.
Paralelamente, calentamos el caldo de verduras (ver aquí cómo hacer un buen caldo de verduras). Y cuando las hortalizas esté asadas, las pasamos al vaso de la batidora, añadimos algo de caldo y trituramos. Ten en cuenta que nabos y chirivías espesarán el puré, así que puedes empezar con poco caldo e ir añadiendo hasta obtener la textura deseada. Al final, corrige de sal, añade la pimienta y a disfrutar.