Esta es una receta vegana de falafel, una especie de croqueta de garbanzos originaria de Oriente Medio, con toda la carga de proteína vegetal e hidrato de los garbanzos, que no requiere de cocción previa, sino de una buena condimentación.
Ingredientes
- 300g de garbanzos
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 1 rama de cilantro
- 2 ramas de perejil
- 1 cucharadita de comino molido
- Pimienta
- 1 cucharadita de levadura química
- Harina de garbanzos
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer falafel vegano casero

Como os comentábamos en la introducción, el falafel es una especie de croqueta de garbanzos originaria de Oriente Medio, y muy extendida hoy por todo el mundo. Existen versiones con habas secas (ver aquí) en Sudán y Egipto, por ejemplo, y la base es la misma: la legumbre no se cuece previamente. Lo único que se hace es rehidratarla muy bien. Por ello, en la versión típica que vamos a preparar, lo que hacemos es poner los garbanzos a remojo 24 horas antes de la preparación del falafel. A partir de ahí, prepara el vaso de la batidora, porque la preparación es bien fácil.
Lo primero es escurrir bien los garbanzos. Luego los dejamos sobre papel absorbente un mínimo de diez minutos para acabarlos de secar. Pasados los mismos, los metemos dentro del baso de la batidora y los trituramos hasta que nos quede una textura arenosa, más gruesa que una harina. Los sacamos del vaso de la batidora y los pasamos a un bol.
Ahora pelamos los dientes de ajo y la cebolla. La lavamos, la cortamos en gajos, y ajo y cebolla al vaso de la batidora. Lavamos bien cilantro y perejil, separamos las hojas y estas las introducimos también en el vaso de la batidora. Y por último, agregamos el comino molido, la sal, un toque de pimienta al gusto y la cucharadita de levadura química. Lo trituramos todo bien y lo pasamos al bol, junto a los garbanzos. Mezclamos, hacemos una bola con la masa, y tapamos el bol con papel film. Lo metemos en la nevera y dejamos enfriar durante una hora, de modo que la masa será bien manejable a la vez que se habrán asentado los sabores.
Pasada la hora de reposo, ya solo falta freír. Para ello, extendemos harina de garbanzo en un plato y sacamos el bol de la nevera. Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite. Hacemos los falafel formando bolas no muy grandes con la masa. Luego las enharinamos con la harina de garbanzo y, a medida que las vamos formando, las vamos friendo en abundante aceite caliente. Una vez estén doradas, las sacamos y las dejamos sobre papel absorbente.
Y ya tienes tus falafel listos. A la hora de servir, lo típico es hacerlo con salsa de yogur, de la que aquí tienes la receta vegana.