Esta es una recetas muy completa, con unas albóndigas cargadas de proteína vegetal y sabor, que se sirve sobre el lecho de cuscús que completa el aporte de hidratos y unas hortalizas que aportan tanto color y sabor como vitaminas y minerales.
Ingredientes para 4 personas
Para las albóndigas
- 400gr de garbanzos cocidos
- 150gr de amaranto
- 100gr de harina de garbanzos
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de comino en polvo
- 1 cucharada de pimentón dulce
- Perejil
- Sal
Para la guarnición de cuscús
- 300gr de cuscús de grano fino (ver aquí)
- 300ml de caldo de verduras o agua
- 1 caja de tomates cherry
- 1 berenjena
- 1 calabacín
Cómo preparar albóndigas de garbanzo y amaranto
Vamos a empezar por las albóndigas, ya que luego la masa requiere reposo en nevera a demás de la cocción en horno. La masa es bien sencilla. Necesitamos que el amaranto esté cocido. Este es un cereal rico en fibra y proteínas vegetales que resulta muy saciante. Así que pondremos tres partes de agua por una de amaranto y lo coceremos con un poco de sal a fuego moderado entre 30 y 40 minutos (si lo dejamos la noche antes en remojo, podemos reducir el tiempo de cocción). Una vez cocido, para exceder que se atempere, la extendemos en una fuente para que enfríe antes.

Entretanto, preparamos el resto de ingredientes de la masa, que tendrán que triturarse. Así que pelamos los dientes de ajo y los metemos en un bol junto al perejil limpio, el comino y el pimentón. También incorporamos al bol los garbanzos cocidos y la harina de garbanzos, que es lo que ayudará a cohesionar la masa. Para conseguirla, sólo hay que triturar hasta que la masa quede homogénea. No echamos sal porque los garbanzos ya la llevan, y el amaranto también y hemos incorporado especias que dan sabor. Y la textura de la masa puede quedar más o menos fina en función de la textura que al final te guste más para las albóndigas.
Ahora solo nos queda añadir el amaranto cocido, mezclarlo bien con la masa para que se integre y dejar el bol tapado en la nevera par que gane consistencia y nos facilite luego el dar forma a las albóndigas. Con una media de reposo bastaría.
Luego pasamos a formar las albóndigas, mientras ponemos a precalentar el horno a 180ºC. Vamos dejando las albóndigas sobre papel de horno en la bandeja del mismo, que tendremos fuera. Y cuando hayamos acabado con la masa y tengas todas las albóndigas formadas, sólo queda hornearlas durante un cuarto de hora a 180ºC.
Cómo cocinar el cuscús con verduras
Vamos a empezar por las verduras, porque el cuscús es bastante rápido de preparar. Y lo primero es eliminar el posible amargor de la berenjena. La lavamos bien y nosotros no la pelamos porque así no tiramos ningún nutriente (ver aquí). Luego la cortamos en bastones y espolvoreamos sal. La dejamos reposar media hora. Verás que habrá como sudado. Así que la volvemos a lavar y la dejamos escurrir bien.

Lavamos bien el calabacín, que tampoco vamos a pelar. Lo cortamos en bastones y los tomates cherry, después de lavarlo, los podemos dejar enteros.
Ahora es tan simple como saltearlas. Empezamos por la berenjena sola, que es la que más tiempo va a necesitar. Cuando ablande, ya podemos incorporar el calabacín y los tomates, y cuando los tomates estén que casi se deshacen, las verduras están listas.
Es el momento de poner nuestros fogones a tope, porque mientras se van cocinando las hortalizas, podemos también ir avanzando con el cuscús.
El cuscús es una sémola de trigo que se suele cocinar al vapor (ver aquí), pero por el tipo de plato al que va a acompañar, hemos decidido cocerlo. Normalmente, el cuscús requiere la misma cantidad de líquido de cocción que de cereal. Nosotros hemos optado por cocerlo con un caldo de verduras casero que, no sólo lo enriquecerá de matices de sabor, sino también nutritivamente. Pero puedes cocerlo en agua con sal y un poquito de aceite de oliva.
Empezamos poniendo el líquido de cocción que queramos en la olla y lo llevamos a su ebullición. Mientras, tostamos un poquito el cuscús en una sartén, lo justo para que cambie un poquito de color. Esto no es necesario hacerlo, pero intensifica su sabor.
Justo cuando en la olla esté el líquido hirviendo, añadimos el cuscús y apagamos el fuego. Tapamos la olla y lo dejamos reposar unos cinco minutos para que se rehidrate y se cueza el grano.
Presentación de las albóndigas con verduras sobre lecho de cuscús
Ahora ya nos queda darle el toque final al conjunto. Las albóndigas ya deberían estar fuera del horno. Las mezclamos con las hortalizas salteadas.
En un plato servimos el cuscús. Nosotros lo hemos hecho con un molde sin base o timbal para darle forma y luego hemos añadido las albóndigas con verduras por encima. Y listo para disfrutar.