Receta vegana de paté cuya textura y base proteica la aporta el tofu, completada por las setas, que además, le aportan un sabor que recuerda al de las nueces gracias al boletus edulis
Ingredientes
- 15gr de boletus edulis deshidratados
- 200gr de tofu
- 2 dientes de ajo
- 1 rama de tomillo
- 1 cucharadita de sirope de arce
- Jugo de limón
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer paté vegano de boletus

El boletus edulis fresco es una seta de carne blanca (tirando a marrón) y compacta que, deshidratado, intensifica su sabor y va a dar potencia a este paté, además de permitirnos prepararlo en cualquier época del año.
Para elaborarlo, hemos de rehidratar las setas. Y vamos a rehidratarlas aromatizándolas. Así que lo que empezamos haciendo es una infusión con el tomillo. No lo cocemos en el agua, solo lo vamos a infusionar, con lo que cubriremos la rama con agua hirviendo (la suficiente como para luego sumergir las setas). El tomillo puede resultar un poco amargante, así que a la infusión añadiremos un poco de sirope de arce y un toquecito de jugo limón y la dejaremos atemperar.
Una vez atemperada, retiramos la rama de tomillo y sumergimos los boletus deshidratados en el agua. Cuando se hinchen y estén tiernos, escurriremos, pero reservando el agua de la infusión, que a su vez habrá absorbido parte del sabor de los boletus.
Con las setas rehidratadas, ya las podemos cocinar. Para ello, pelamos los dientes de ajo, los laminamos y los ponemos a dorar en una sartén con un chorro de aceite de oliva. Cuando el ajo esté doradito, agregamos los boletus. salamos y los salteamos. Opcionalmente, y si te apetece, puedes añadir un poco de pimienta. Una vez cocinados, los retiramos del fuego para dejarlos atemperar.
Ahora ya sólo queda dar forma a nuestro paté. Y para ello, necesitamos una buena batidora. Troceamos el tofu bien escurrido y lo metemos en el vaso de la misma. Añadimos los boletus con el ajito y trituramos. Verás que queda muy espeso. Aquí entra en juego la infusión que habíamos reservado. La idea es ir añadiendo líquido hasta conseguir una textura cremosa, casi como la de un queso de untar. Corrige de sal porque el tofu no llevaba y ya queda listo para servir untado en tostas, con unos picatostes, etc.