Receta vegana de salmorejo, una sopa fría de tomate con textura cremosa que adquiere gracias a la emulsión con el aceite de oliva, que le da poder energético junto al pan. Además de hidratante, este plato aporta las propiedades antioxidantes propias del tomate
Ingredientes para 4 personas
- 670g de tomates maduros
- 135g de pan duro (mínimo del día anterior)
- 100ml de aceite de oliva
- 1 o 2 dientes de ajo
- 1 trozo de coliflor verde y/o lila
- Pimientos de tres colores
- Cebolleta
- Pepino
- Sal
Cómo hacer salmorejo
El salmorejo es un plato típico andaluz, sobre todo de la región de Córdoba, muy sencillo y refrescante que nosotros vamos a servir con una guarnición de hortalizas en forma de crudités que abrirá el aporte de vitaminas y minerales propios del plato, haciendo de él una sopa fría vegana.

Lo importante, sin embargo, es empezar con el tomate para que esté adquiera todo el frescor y se asienten los sabores. Cómo va en crudo, mantendremos su importante aporte de vitamina C y carotenos, que le confieren propiedades antioxidantes. Así pues, lavamos bien los tomates, los troceamos, y los introducimos en el vaso de la batidora. Lo trituramos bien y, si quieres que luego quede una crema bien fina, te recomendamos que los pases por un colador chino para eliminar pieles y semillas.
Luego devolvemos el tomate triturado al vaso de la batidora. Troceamos el pan y los sumergimos para que se vaya remojando. Pelamos los dientes de ajo, uno o dos según tu gusto, y los añadimos junto al aceite de oliva y el punto de sal necesario. Y vuelta a triturar, introduciendo el brazo de la batidora hasta el fondo, porque al haber añadido el aceite, lo que buscamos es emulsionar el conjunto. La emulsión es una mezcla homogénea de ingredientes que, de por sí, no permanecerían unidos entre sí. Al emulsionar, lo que obtendremos es la textura cremosa característica del salmorejo. En cuanto la obtengamos, lo metemos en la nevera, porque la idea es servirlo bien fresquito.
Y ahora ya sólo nos queda lavar el resto de hortalizas. Pelamos el pepino, eliminamos las semillas de los pimientos, y lo picamos todo bien, incluida cebolleta y coliflor. En el momento de degustar el plato, añadimos unas crudités por encima, pocas, y el resto lo dejamos aparte para que los comensales se sirvan al gusto.