Receta vegana de crema de calabacín, una hortaliza con alto contenido en agua pero a su vez, rica en potasio y vitamina C, que aromatizamos con una pizca de jengibre y a la que, para darle notas de queso y reforzarla nutritivamente con vitamina B12, le añadimos un toque de levadura nutricional.
Ingredientes para 4 personas
- 600g de calabacines
- 200g de patatas
- 1 puerro
- Caldo de verduras
- Jengibre en polvo
- Levadura nutricional
Cómo hacer crema de calabacines vegana

La crema de calabacines o zapallo es un entrante perfecto y ligero, que reforzamos con patata. Esta le aporta hidratos de carbono, pero a su vez, a través del almidón, nos sirve para darle precisamente la textura cremosa a esta deliciosa sopa.
Hacerla es muy sencillla. Lavamos bien los calabacines y ni los pelamos para aprovechar bien todos sus nutrientes (ver aquí por qué). La patata, sin embargo, si que la vamos a pelar y lavar. Luego lo troceamos todo en dados y reservamos. Asimismo, lavamos el puerro y lo cortamos en tiras finas o juliana. Y pasamos ya a los fogones.
Ponemos una olla al fuego con un chorro de aceite y agregamos el puerro con un poco de sal para que se poche. Una vez empiece a quedar tierno, añadimos la patata y la rehogamos. Y después hacemos lo mismo con el puerro, lo añadimos y lo rehogamos a fuego vivo. Ahora solo nos queda cubrirlo todo con el caldo de verduras. Con cubrir vale, no hace falta mucho más caldo, porque si no nos quedaría una crema muy líquida (piensa que el zapallo nos va a dar agua). A su vez, podrías hacer la crema de calabacín empleando agua, pero a nosotros nos gusta el caldo por el refuerzo en vitaminas que implica y el matiz de sabores que nos va a dar.
En todo caso, con los ingredientes cubiertos de líquido, corregimos de sal y, una vez alcance la ebullición, bajamos el fuego, tapamos y dejamos cocer durante unos 35 minutos. Pasados los mismos, agregamos el jengibre (aquí no te ponemos cantidades para que aromatices al gusto) y luego dejamos atemperar ligeramente.
Luego solo nos queda triturarlo todo bien hasta adquirir la textura cremosa deseada. Y antes de servir, para que esté bien calentita, le damos otro golpe de fuego. Cuando la dispongas en platos o cuencos para llevar a la mesa, añade la levadura nutricional, que le va a dar ese punto de sabor que recuerda al queso, y disfruta.
Para “tunear” tu crema de calabacín
Además de la crema nutricional, puedes añadir anacardos picados u otro fruto seco, que además de reforzar sabores y proteínas vegetales, dará texturas crujientes a tu crema. A su vez, nosotros la hemos aromatizado con un pizca de jengibre, pero puedes optar por otras especias, como pimienta, nuez moscada, etc. (ver aquí características y usos de 12 especias). O hierbas aromáticas que, si son frescas y tiernas, puedes añadir al final, básicamente para que infusionen. Así que puedes jugar con albahaca, perejil, cebollino, etc. (ver aquí características y usos de 12 hierbas aromáticas).