Receta de verduras fritas con una de las coberturas más suaves y ligeras, el enharinado, que les da un fino toque crujiente sin resultar demasiado empalagoso. Además, en esta receta de verduras rebozadas incluimos fórmulas para que puedas jugar aromatizantes a tu gusto.
Ingredientes
- 1 berenjena
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 1 calabacín
- 2 zanahorias
- Harina
- Aceite de oliva o de girasol
- Sal
Cómo hacer verduras rebozadas con la técnica del enharinado

Al freír, los alimentos pierden agua, y en especial les pasa a verduras u hortalizas. Esa pérdida de agua degrada el aceite de la fritura y además hace que el alimento nos quede reseco (ver aquí cómo hacer una buena fritura). Y esto es de lo peor que nos puede pasar, porque una de las gracias de la fritura es que el alimento nos quede crujiente por fuera y jugoso por dentro. Así que por eso es prácticamente imprescindible aplicar alguna capa de rebozado que nos selle las verduras para que no pierdan el agua durante la cocción. Si no, habría que opta por otros métodos de cocción como el confitado, que no implica choque térmico, o el salteado, que requiere menos aceite. Total, que puestos a freír, como tenemos que rebozar, en esta receta hemos optado por el rebozado más sencillo y vegano por naturaleza: el enharinado. Pero antes de lanzarnos, vamos a preparar las hortalizas.
Así que empezamos por las berenjenas. Para evitar su posible amargor, lo primero que vamos a hacer es lavarlas bien, las cortamos en bastones regulares y las extendemos en una fuente. Luego espolvoreamos sal y las dejamos reposar durante una media hora. Verás que sudan, eliminando así ese amargor. Pasada la media hora, las lavamos de nuevo y ya las tenemos preparadas.

Entretanto, si quieres, puedes avanzar con el resto de hortalizas. Las lavamos bien. Abrimos los pimientos y desechamos las semillas interiores. Zanahoria y calabacín (así como berenjena) no los pelamos aprovechar así sus nutrientes (ver aquí por qué). Y luego lo importante son los cortes: bastones regulares. La regularidad permitirá que la fritura sea uniforme. Y no mezclamos los tipos de hortalizas, pues iremos friendo siempre del mismo grupo, aunque luego las mezclemos a la hora de servir.
A partir de aquí, ya podemos pasar a la fritura. Pare ello, ponemos a calentar abundante aceite en una sartén. Puedes usar aceite de oliva si quieres un sabor más potente, o aceite de girasol si lo quieres más suave (ver aquí tipos de aceites). En todo caso, lo importante es que el aceite se caliente bien, pero sin llegar a humear, pues esto indicaría que se quema.
Paralelamente, extendemos la harina en una fuente y preparamos un colador. Lo que vamos a hacer es coger unos cuantos bastones, mejor si están húmedos, y los embadurnamos bien de harina. Los pasamos al colador y sacudimos, para que caiga la harina sobrante. Y los ponemos en la sartén a freír. las hortalizas cortadas y bien secas, sólo nos queda empezar realmente a hacer las verduras en tempura. Te recomendamos que no pongas muchos bastones de hortaliza a la vez en la sartén para evitar que se peguen entre sí. Y una vez doraditos, sólo queda irlos sacando para ponerlo sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Repite la operación hasta que acabes con los bastones y ya puedes disfrutar de tus ricas verduras rebozadas.
Para “tunear” tuso hortalizas rebozadas
Tenemos dos fórmulas. Una es el tipo de harina que elegimos para el rebozado. Nosotros en esta receta hemos usado una de las más habituales: harina de trigo. Pero puedes emplear harina de algún otro cereal, lo cual variará sabores, e incluso harinas como la garbanzo, que le dará un toque incluso más crujiente.
La otra fórmula para hacer variaciones sobre esta receta es añadir alguna especia en polvo a la harina antes del rebozado y mezclarla con ella. Aquí, en todo caso, lo importante es evitar especias que se quemen rápido, como el pimentón (ver aquí 12 especias y sus usos en cocina). Lo que hacemos así es aromatizar la harina y el rebozado.