Esta es una receta de ensalada vegana sencilla y refrescante pero a la vez, muy nutritiva gracias al aporte de grasas insaturadas de aguacate y nueces, la cuales a su vez nos dan una buena dosis de proteínas. Todo ello con las vitaminas, minerales y fibra del resto de ingredientes, que a la vez, nos proponen un jugoso contraste de texturas.
Ingredientes para 4 personas
- 1 aguacate
- 1 manzana ácida
- 4 ramas de apio blanco
- 75g de nueces peladas crudas
- Un poco de jugo de limón
Para la reducción de módena
- 250ml de vinagre de módena (ver aquí tipos de vinagre)
- 70g de azúcar moreno integral (ver aquí tipos de azúcar)
Cómo hacer reducción de vinagre de módena

Esta ensalada funciona perfectamente aliñada con aceite de oliva y sal, pero la mayoría de las grasas del aguacate son ácido oleíco, el mismo que compone el aceite de oliva, por eso os proponemos un aliño a base de una reducción de vinagre de módena, que le da un toque delicioso. Y empezamos la receta con esta reducción porque necesitamos hacerla con tiempo para servirla fría.
Eso sí, la elaboración es fácil: ponemos el vinagre y el azúcar moreno integral en un cazo al fuego y lo cocemos unos veinte minutos sin dejar de remover. Con ello, se evaporará parte del liquido, espesando la salsa y concentrando sabores, que es en lo que consiste una reducción. Pasados los veinte minutos, apaga el fuego. Verás que la textura aún es bastante líquida, pero al ir enfriando, la reducción de módena adquirirá una textura más cremosa, que es lo que buscamos.
Cómo hacer la ensalada de aguacate, manzana y nueces

Como veis por los ingredientes, esta es una ensalada muy frutal, con frutas neutras y ácidas (ver aquí clasificación de las frutas), y ya os hemos mencionado que es rica en ácidos grasos, ya que al oleico del aguacate, hemos de añadir los ácidos omega 3, 6 y 9 que aportan las nueces (ver aquí propiedades), con propiedades cardioprotectoras. Así que empecemos con su elaboración.
Primero lavamos las ramas de apio, retiramos los nervios interiores estirando de los mismos con un cuchillo (aunque si no te molestan, puedes dejarlos) y las troceamos. Luego lavamos y pelamos la manzana, extraemos el corazón y la laminamos. Ahora, para evitar que se oxiden, se rocían las láminas con un poco de jugo de limón. Abrimos el aguacate por la mitad longitudinalmente. Retiramos el pipo y extraemos la pulpa, que también laminamos y rociamos con jugo de limón para evitar su oxidación.
Y a partir de aquí, sólo nos queda montar la ensalada. Nosotros lo que hemos hecho es mezclar los ingredientes en un bol, incluidas las nueces, reservando parte del aguacate para bordear el plato y que quede un poco más vistosa.