Receta vegana de guiso de patatas, que son la base energética de la receta gracias a los hidratos que aportan y que adquieren muchos matices de sabor gracias a las verduras y hortalizas con que se cocinan.
Ingredientes para 4 personas
- 4 patatas
- 4 alcachofas
- 150g de zanahorias (preferiblemente baby)
- 150 g de judías baby
- 150g de guisantes
- Medio brócoli
- 1 cebolla
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento amarillo
- Eneldo
- Jugo de limón
- Caldo de verduras
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer patatas guisadas con verduras
Esta es una receta que destaca por su densidad nutritiva y la multitud de matices de sabor que aportan las hortalizas, más el toque anisado que le da el eneldo. Lo que más trabajo da es preparar las hortalizas, pero por lo demás, se cocina casi sola. Así que empecemos.

Y lo hacemos por la cebolla. La pelamos, la lavamos y la troceamos en dados pequeños (brunoise). Ponemos al fuego una cazuela con un chorro de aceite y añadimos la cebolla. Salamos y tapamos para que sude, y al dejamos pochar a fuego lento, removiendo de vez en cuando, mientras preparamos el resto de ingredientes, que iremos reservando.
Sumergimos el brócoli en agua para lavarlo adecuadamente (ver aquí cómo lavar cada tipo de hortalizas) y separamos sus ramas. Luego lavamos bajo el grifo el resto de hortalizas. Desechamos las puntas de las judías baby y, en función de su longitud, las cortamos en dos o tres trozos. Si las zanahorias son muy grandes, las troceamos también. Eliminamos las semillas de los pimientos y los cortamos en tiras. Y por último, desechamos las hojas exteriores de las alcachofas hasta quedarnos con los corazones. Los partimos por la mitad para eliminar los pelillos interiores y por último, volvemos a trocear en gajos y las rociamos con el jugo de limón para que no se oxiden.
Ahora pasamos a pelar las patatas, las lavamos, y luego las vamos a cortar chascándolas porque así soltarán el almidón y espesarán el caldo sin deshacerse. Para chascar patatas sólo hay que introducir la hoja del cuchillo en la misma y luego hacer palanca para que se rompa de forma natural.

Y con todo esto listo, volvemos a los fogones. La cebolla debería estar bien pochada ya. Así que añadimos los pimientos y los rehogamos a fuego vivo y removiendo, de manera que vayan soltando el azúcar natural que contienen. Luego incorporamos las patatas y el resto de hortalizas, excepto los guisantes (que necesitan menos tiempo de cocción). Rehogamos unos minutos y cubrimos todo con el caldo de verduras. Corregimos de sal, bajamos el fuego, tapamos la cazuela y dejamos que se guise todo hasta que las patatas queden bien tiernas. Unos cinco minutos antes de dar por finalizado el guiso, añadimos los guisantes y el eneldo, puesto que es una hierba aromática que suele añadirse hacia el final (ver aquí).
Este es un plato para servir caliente, sin embargo, como todo guiso, asentará mejor los sabores si lo dejamos reposar un poco. Además, lo puedes servir más meloso o caldoso según te apetezca.