Receta de paté vegano cuya base nutritiva son las proteínas vegetales gracias a las lentejas y a las semillas de sésamo, pero a la vez resulta sabrosa y refrescante ya que se aromatiza con menta fresca y cebollino.
Ingredientes
- 300g de lentejas peladas (amarillas)
- 1 cucharada sopera de sésamo
- 1 diente de ajo
- Menta fresca
- Cebollino
- Jugo de limón
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer paté vegano de lentejas y sésamo
Para elaborar este paté vegano puede usar cualquier tipo de lentejas que tengas, e incluso adquirirlas ya cocidas, pero nosotros hemos elegido lentejas amarillas peladas, de forma que el hollejo no interferirá en la textura final del paté y lo hará más digestivo. A la vez, son unas lentejas de muy rápida cocción que no necesitan remojo previo. así que empezamos la receta poniéndolas en una olla con agua y sal, y con quince minutos tras la ebullición ya las tienes listas. Luego las colamos, reservamos el agua de cocción y las lentejas, aparte y simplemente las dejamos atemperar.
Mientras, tostamos el sésamo extendiéndolo en una sartén. Así realzamos su sabor, mucho más vivo al tostarlo en casa poco antes de emplearlo en lugar de comprarlo tostado. Aparte de que cambia de color, notarás que desprende aroma. Cuando sea así, retiramos de la sartén para que no se nos queme con el calor residual y para favorecer que también atempere. Las semillas de sésamo no sólo aportarán sabor a tu paté vegetal, sino que también completarán la calidad de las proteínas vegetales del mismo, ya que es especialmente rico en metionina, una aminoácido escaso en las legumbres (ver aquí propiedades del sésamo y otras cinco semillas)

Ahora ya sólo nos queda preparar los ingredientes que van en crudo. Lavamos las hojas de menta y el cebollino, los picamos bien y los dejamos secar. Pelamos el diente de ajo y, cuando los ingredientes cocinados estén atemperados, lo metemos en el vaso de la batidora junto a las lentejas, el sésamo, un chorro de aceite de oliva y uno de zumo de limón al gusto. Trituramos todo bien hasta adquirir la textura deseado. Si ves que te queda muy espeso y lo quieres algo más cremoso, puedes añadir algo del agua de cocción que habías reservado.
Cuando tengamos una textura cremosa, ponemos el paté en un bol y añadimos la menta y el cebollino picados. Mezclamos bien y dejamos reposar para que las hierbas aromáticas maceren con el conjunto. Lo puedes guardar en envera, tapado para que no se reseque, y cuando desees, puede emplearlo para tostas, entrantes, etc.