Esta es una receta vegana muy nutritiva elaborada a partir de guisante secos, que concentran gran sabor y que tienen los aportes de una legumbre, a diferencia de cuando los empleamos frescos (ver aquí diferencia entre ambos). Así que hidratos y proteínas vegetales son los protagonistas de esta sopa, complementadas estas últimas por las setas y con una densidad nutritiva que se cierra a través del caldo.
Ingredientes para 4 personas
- 300g de guisantes secos
- 1 bandeja de setas variadas
- 1 rama de apio
- 1 puerro
- 2 nabos
- 2 zanahorias
- 1 bulbo de hinojo
- 1 trozo de calabaza
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo hacer sopa de guisantes secos y setas
Esta es una receta muy sencilla en la que, si tienes caldo hecho (ver aquí cómo hacer un buen caldo de verduras), lo puedes aprovechar para cocer los guisantes. Pero como estos son secos y necesitarán mínimo unos 45 minutos de cocción, nosotros lo que hacemos es aprovechar para hacer el caldo con la misma.

El tiempo de cocción, de hecho, depende del tipo de guisante secos que elijamos. Nosotros hemos optado por guisantes enteros y pelados. Pero también puedes elaborar esta sopa con guisantes secos sin pelar, lo que alargará el tiempo de cocción, o guisantes secos pelados y partidos, lo que lo puede acortar. En todo caso, como con otras legumbres, lo primero es dejarlos en remojo entre 4 y 8 horas.
Tras el remojo, desechamos el agua y ya podemos empezar a prepararnos para la sopa. Dejamos que los guisantes se escurran y pasamos a lavar todas las hortalizas. No pelamos nada, ni la calabaza (sólo desechamos sus semillas o pipas): vamos a aprovechar todos los nutrientes (ver aquí). Una vez limpios, ponemos abundante agua en una olla e incorporamos las hortalizas y los guisantes. Activamos el fuego a tope, salamos, y cuando empiece a hervir, empieza el tiempo de cocción. Lo que pasará también es que aparecerá una espuma densa en la superficie: son las impurezas y las retiramos con la espumadera. Vertemos un chorrito de aceite, luego tapamos la olla y dejamos que se vaya haciendo nuestra sopa durante unos tres cuartos de hora.
Entretanto limpiamos las setas, retirando cualquier resto de tierra con ayuda de un trapo y un cuchillo. Si tenemos setas grandes, las troceamos, porque la idea es que se integren con los guisantes con cada cucharada. Y a partir de aquí, ya las podemos incorporar a la sopa de dos formas: una es simplemente agregándolas al final de la cocción, para que se cuezan con el calor del caldo una vez apagado el fuego. La segunda es salteándolas en una sartén con un chorro de aceite para incorporarlas también al final.
Y hecho esto, ya solo nos queda servir los guisantes con caldo y las setas (las verduras del caldo las guardamos para elaborar una crema, por ejemplo).